Capitulo XXIV: Que trata de la brava y descomunal batalla que don Quijote tuvo con unos cuervos de vino.

Durante el capítulo, el mancebo revela su nombre el cual es Cardenio y en él se va a basar todo el Capítulo quien ha de narrar su historia al caballero, su escudero y el cabrero. Cardenio pide comida y por lo tanto el cabrero y sancho le brindan unos cuantos alimentos que este devora al instante. Cardenio les cuenta la historia de su desventurada y maldita vida. A través de esta pequeña intervención de Cardenio podemos ver los sentimientos y la realidad que este personaje a sufrido, mostrando de antemano la desdicha que ha vivido sin siquiera contar su historia. Lo primero que se puede interpretar es como su vida no solo lo ha hecho sufrir a él pero también a sus padres que probablemente no saben si su hijo está vivo. También nos podemos dar cuenta de que Cardenio viene de una familia rica y por lo tanto al final de su oración dice un refrán que muestra como las desgracias que vienen del cielo como por suerte no pueden ser remediadas con dinero y con poder. Continuando de tal manera Cardenio comenzó a contar su historia que trataba de su amor con una mujer de talle, que viva en su vecindad. La historia contaba como él la añoraba como esposa, y como la fortuna dio a ser que su padre lo enviara a servir a los hijos de un noble hombre. Siguiendo las suplicas Cardenio se fue y tuvo que dejar atrás a el amor de su vida, el cual se convertiría en su mayor tormento Para finalizar este episodio, Don Quijote rompió la promesa de no interrumpir la narración de la historia y siendo así Cardenio entro en discusión con Don Quijote por culpa de su obsesión con los libros de Caballería. Cardenio menciono en su historia Amadis de Gaula, y instantáneamente don Quijote lo corrigió en un improperio que este había dicho, de esta manera se forma una riña en la cual Sancho y el Cabrero terminaron involucrados y asimismo peleando por razones de poca importancia.